¿Qué es el pecado?
El pecado es una palabra, un pensamiento, un
acto, un deseo o una omisión contrarios al plan
de salvación que Dios tiene para el hombre, es
toda conducta que esté en contra de los
mandamientos de la ley de Dios.
¿Qué es el pecado venial?
Los pecados veniales son pecados leves. No
rompen nuestra amistad con Dios pero sí la
afectan. La persona puede haber actuado sin
reflexionar o bajo la costumbre de un hábito.
Pero, por no tener plena intención, su culpa ante
Dios se ve reducida.
Ejemplo: Ofender a una persona sin la intención
de querer hacerlo.
¿Qué es el pecado mortal?
Se llama mortal porque es la muerte "espiritual"
del alma (separación total de Dios). Nos hace
perder el estado de gracia y la vida sobrenatural.
Si morimos sin arrepentirnos, lo perdemos a Él
por la eternidad. Sin embargo, si volvemos
nuestro corazón a Él y recibimos el Sacramento
de la Reconciliación, nuestra amistad con Dios
queda restaurada.
A los católicos no nos está permitido recibir la
Comunión si estamos en pecado mortal.
Para que un pecado sea mortal se requieren tres
condiciones: "Es pecado mortal lo que tiene
como objeto una materia grave y que, además, es
cometido con pleno conocimiento y deliberado
consentimiento» (Catecismo 1857). Dicho en
otras palabras, estamos en pecado mortal cuando
sabemos que lo que estamos haciendo es grave,
cuando lo planeamos y cuando lo hacemos.
Del pecado viene hablando el hombre durante miles de años, desde que se empezó a creer en lo sobrenatural mediante cuentos entre las tribus y leyendas, incluso lo judios empezaron a pensar icononamente del pecado al realizar el arbol de la vida en cuyas esferas se crea en la tercera el abismo, donde el hombre por su peso de deseo fue expulsado del paraíso, ya no cabía más esta figura espiritual en este lugar Divino y por ello se materializo, lo hubiera querido o no, aunque la Biblia dice que no fue intención del hombre si queremos racionalizar en ello.
Ahora que el arrepentimiento viene de una comunión con Uno Mismo, con verse despojado de Dios, de las vestimentas espirirtuales que Él nos da, o si así nos gusta herramientas espirituales, porque el pecado las ha hecho añicos.
Todas las religiones hablan del pecado como deseo, más la religión cristiana no lo entiende tan así, ¿por qué?
Creería que con Costantino, Emperador de Roma hayá por el año 200 de nuestra Era, al organizar éste como religión oficial al Cristianismo, éste se vió supeditado a una esclavitud ortodoxa, fue como un contraste entre un misticismo Tomásico y un materialismo que impuso el Emperador, fué también un obispado de distintas polis que desencajaba en la protección de ellos mismos más que en su religión y que termino por crear "estudiantes académicos" de la religión.
Por esto y más, la religión Católica Apostólica Romana no logra concebir el pecado como un deseo, sino que va más allá, y no está mal que lo haga, hasta desvelar en sus distintos nombres el deseo concupiscente del ser humano.
Por esto se considera la religión católica como la redentora del genero humano, por la pasión de su Avatar en la Tierra. Más aún, si así no lo fuera, no hubiera sido tan importante esta religión, porque la muerte al deseo al deseo de los católicos está en cada oración que les elevan al Cielo a Jesús Eucarístico.
----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Quienes se mantienen en el Camino para guiar a la gente fluyen con los acontecimientos a medida que suceden y actúan conforme a lo que la gente hace. Responden según la evolución de cada ser y están en armonía con los cambios de cualquier acontecimiento.
Así pues, el Camino está vacío y no es cosificado, llano y fácil, claro y en calma, flexible y complaciente, sin adulteración y puro, plano y simple. Éstas son imágenes concretas del Camino.
La no cosificación vacía es la morada del Camino. Incluso la facilidad es la base del Camino. La calma clara es su espejo. La complacencia flexible es su función. La inversión es normal para el Camino: la flexibilidad constituye su firmeza, la complacencia su fuerza.
La pureza no adulterada y la simplicidad llana es la principal línea del Camino.
El vacío significa que no hay fardo dentro. La ecuanimidad significa que el espíritu es ilimitado. Cuando los deseos habituales no son un fardo para uno, eso es la consumación del vacío. Cuando no se tienen preferencias ni aversiones,

El gobierno de las personas completas abandona el intelectualismo y deja de lado el adorno ostentoso. Dependiendo del Camino, rechaza la astucia. Emerge de la imparcialidad, en armonía con la gente. Limita lo que se conserva y minimiza lo que se busca. Se aparta de los anhelos seductores, elimina el deseo de los bienes valiosos y reduce el dar vueltas a los pensamientos.
Limitar lo que se desemboca en claridad; minimizar lo que se busca desemboca en el logro. Por ello, cuando lo externo está controlado por el centro, nada es descuidado. Si puedes alcanzar el centro, puedes gobernar lo externo.
Con el logro del centro, los órganos internos están en calma, los pensamientos son ecuánimes, los nervios y los huesos son fuertes, los oídos y los ojos están claros.
El Gran Camino es llano y no está lejos de uno mismo. Quienes lo buscan lejos van y después regresan.
El Camino del Tao es simple, solo lo abarco todo sin tomarlo nada, es por eso que es Grande, por su pequeñez, es por eso que es pequeño, porque Nada quiere, ésto me hace acordar a cómo es nombrada Jerusalén e incluso Belén en la Santa Biblia, también me recuerdo el poema de San Juan de la Cruz que empieza así: "Si quieres venir a tenerlo todo, no quieras tener algo en nada..."
Por eso el Tao, que significa literalmente Camino, y Tao Te King o Tao Te Ching, Camino de la Virtud, es un método de vida escrito por Lao Tsé, un contemporáneo de Buda y Sócrates que lo escribió al libro en un viaje mientras, según se dice, iba montado en lomo de Buey.
Él no habla de problemas que atañían a la China confucionista de su época, de Confucio (hombre reformador moral que actuó en la corte imperial), por eso los pobres lo asimilaron rápidamente, y se transformó en método para distintas prácticas como el Kung Fu, la caligrafía, el oráculo chino, etc.
Y en verdad como el publo Chino, tanto así como el japonés, era muy práctico, pronto empezó a ejercer la idea de Unidad en el Vacío hasta desembarazarse de todo deseo, y, sin embargo seguía siendo algo difícil tanto más aún por los problemas sociales, tema que como dije no fué tratado por Lao Tsé y es por ésto que puede escribir junto al filólogo contemporáneo ya difunto Lin Yutang, el pueblo chino era y es cínico, mira para otro lado cuando hay problemas.
---------------------------------------------------------------------------------------------
I Hay horas en que se olvida uno del mundo. Hay horas en que se aproxima uno a esa región de Bienaventuranza, en la cual el Alma se halla contenida dentro del YO y en presencia del Altísimo. Acállase entonces el clamor del deseo; tranquilízanse los sentidos. Sólo Dios ES.
No existe santuario más sagrado que una mente purificada, una mente concentrada en Dios. No existe lugar más santo que aquella región de paz, en la cual penetra la mente cuando queda fija en el Señor. Ni hay incienso, de perfume más suave y puro, que el pensamiento ascendiendo hacia Dios.
¡Pureza, dicha, bienaventuranza, paz! ¡Pureza, dicha, bienaventuranza, paz! De todo esto se compone la atmósfera del estado de meditación.
La conciencia espiritual alborea en esas horas silenciosas, sagradas. El alma se aproxima a su ma-nantial. En esas lloras, el arroyuelo de la personalidad se expande, convirtiéndose en imponente y caudaloso río, que corre hacia esa individualidad verdadera y permanente que es la Conciencia Oceánica de Dios. Y ella es una y única.
En las horas de meditación, el alma extrae de las Alturas las cualidades que realmente pertenecen a su naturaleza: ausencia de todo miedo, sentido de la realidad, sentido de la inmortalidad.
¡Interiorízate en tu YO, oh Alma! Busca de verdad la hora silenciosa. Comprende que tu YO es de la misma sustancia que la verdad, la sustancia de la Divinidad. ¡En verdad, mora Dios dentro de tu corazón!
Swami Vivekananda, en 1894
Sabíduría y Creencia del Hinduísmo
---------------------------------------------------------------------------------------------
Música ancestral Americana
---------------------------------------------------------------------------------------------
Federico
Laico del Templo Hanmaum
Laico del Templo Hanmaum
Difusor Ecuménico
No hay comentarios:
Publicar un comentario