lunes, 12 de agosto de 2013

Santos de traje y corbata

El fin de todo hombre, lo sepa o no, es la Realización en Dios, aquí, en éste texto, el escritor nos transmite que el ser humano con todos sus defectos de cada época es lo suficientemente espiritual para decir que ya a alcanzado dicho fin.
Seguramente esto se contradice, pero doy por sentado que se entiende lo sufiente con sólo decir que el defecto se funde cada vez que el hombre se lo confía a Dios. Daheaeng Kun Sunim, Maestra del Templo Hanmaum, habló toda su vida en esta tierra de confiarle a Juingong (Mi Verdadero Yo en coreano), todos los enfrentamientos de la vida diaria. Inluso ella nunca habló de pecado, el catolicismo tampoco como lo veremos más adelante en una persona que "lo ha comprobado"... los que saben hablan de los problemas con los demás o con algun objeto que nos causan tristezas, esto se traduce como Realización desde el momento en que lo empezamos a considerar, lealo en el siguiente texto de Dogen porque:

GENJOKOAN
“La actualización de la iluminación”
Cuando todas las cosas son el Buda-Dharma hay iluminación, ilusión,
práctica, vida, muerte, Budas y seres sintientes. Cuando
todas las cosas son vistas sin tener substancia alguna no hay ilusión,
ni iluminación, ni Budas, ni seres sintientes, ni nacimiento,
ni destrucción.
Es una ilusión tratar de llevar adelante nuestra práctica e iluminación
a través de nosotros mismos, cuando es a través de los fenómenos.
Aprender el Camino de Buda, es aprender sobre uno mismo.
Aprender sobre uno mismo es olvidarse de uno. Olvidarse de uno
es percibirse a uno como a las cosas. Realizar esto es dejar caer el
cuerpo y la mente propios y ajenos. Cuando llegas a esta fase, te
desatarás también de la iluminación y la practicarás continuamente
sin pensar en ella.
Si practicas adecuadamente y vuelves a tu origen, verás claramente
que ninguna cosa es permanente. No intentes comprender
la naturaleza de los fenómenos sólo a través de tu perceptividad
confusa, porque tu naturaleza es eterna (cósmica).
Así como no decimos que el universo se cambie en primavera,
tampoco decimos que la Vida cambie con la muerte. A esto lo
llamamos “no devenir” y “no destrucción”.
Cuando los seres sintientes logran la iluminación, es como la luna
reflejada en el agua, ninguno de los dos resulta afectado o mojado.
Por eso creemos que la iluminación no causa dificultad alguna
en la vida de la gente ni sea un obstáculo.
Aún cuando la Verdadera ley no es totalmente lograda, física y
mentalmente, hay tendencia a pensar que la poseemos y que nuestro
trabajo ha terminado. Si el Dharma está presente completamente,
se trata de la realización de nuestras propias insuficiencias.
Dependiendo de puntos de vista, vemos las cosas de diferentes
maneras. Para entender varios tipos de puntos de vista, debemos
estudiar nuevos aspectos y virtudes de nuestro alrededor, pero
deberiamos saber que lo mismo hemos de hacer con nuestro interior.
Hasta sobre una sola gota de agua (minuciosamente).
Los pájaros vuelan, los peces nadan, el aire y el agua son su vida;
si les separamos de ellos mueren. Así es la práctica de la iluminación:
sin separación. En el Dharma, el hombre vive. Esto es actualizar
el Dharma a diario, practicar la iluminación en cada cosa,
renovar la percepción, profundizar.
Escrito a mediados de otoño, 1233 y dado al discípulo laico Yokoshu de Kyosho.

Aunque el Zen es completamente opuesto a la visión objetiva del hombre con los fenómenos y es esceptico pues desarrolla una visión trascendente del hombre con su percepción confusa, éste texto ni ninguno del Maestro Dogen niegan la Realización del hombre con los fenómenos de la vida porque es allí donde se desarrolla el desapego, incluso se habla en el Zen que los fenómenos son la luna y aquello que los observa es la mente para luego decir ni luna - ni mente, pero con luna y con mente. Se habla hasta de una experiencia que va desde lo objetivo hasta lo trascendente pero fundiendo ambos puntos, cosa que pareciera imposible sino se lo experimenta, en fin de cuentas el Zen no puede ser explicado con palabras dicen los Maestros, "si quieres conocer el sabor del té, bebelo"...

"En las horas de la tarde empezaron a apoderarse de mi los temores verdaderamente mortales, las fuerzas físicas empezaron a abandonarme. Entré apresuradamente en la celda y me puse de rodillas delante del crucifico y empecé a implorar la misericordia. Sin embargo Jesús no oyó mis llamamientos. (...) Quise llamar, la voz me llamó, pero, felizmente, en la celda entró una de las hermanas. Al verme en el estado tan extraño, enseguido llamó a la Maestra. La Madre vino enseguida. Al entrar en la celda dijo estas palabras: "En nombre de la santa obediencia, levántese del suelo". Inmediatamente una fuerza me levantó del suelo y me puse de pie junto a la querida Maestra. En una conversación cordial me explico que era una prueba de Dios: "Hermana, tenga una gran confianza, Dios es siempre Padre aunque somete a pruebas".
Durante la noche me visitó la Madre de Dios con el Niño Jesús en brazos. La alegría llenó mi Alma y dije: María, Madre mía, ¿sabes cuanto sufro? Y la Madre de Dios me contestó: "Yo sé cuanto sufres, pero no tengas miedo, porque yo comparto contigo tu sufrimiento y siempre lo compartiré" Sonrió cordialmente y desapareció. Enseguida mi alma se llenó de fuerza y de gran valor. Sin embargo eso duró apenas un dia. Como si el infierno se hubiera conjurado contra mí.
(...)
Después de los votos, la oscuridad reinó en mi alma todavía durante casi seis meses. Durante la oración Jesús penetró toda mi alma. La oscuridad cedió. En el alma oí esas palabras: Tú eres mi alegría, tú eres el deleite de mi Corazón. A partir de aquel momento senti en el corazón, es decir dentro de mí, a la Santísima Trinidad. De modo sensible, me sentía inundada por la luz divina. Desde aquel momento mi alma está en comunión con Dios, como el niño con su querido padre.

Escritos de Santa Faustina Kowalska
en el mes de la Misericordia.
Dios nos dice "peliemos", peliemos porque constantemente el enemigo es enviado para tentarnos, y la vida no es fácil, perdon Vida con mayúsculas. Un antiguo Maestro que tuve decía: "varias noches el grifo goteaba, y varias noches lo apreté sin sentido, lo había arreglado hace tiempo, era, el otro". Tenemos hoy día un mundo lleno de cautivaciones para pecar porque los ricos viven del pecado, si nosotros pecamos ellos ganan dinero tanto en la prostitución como con las drogas, compra de celulares, horas y horas de ocio en internet, juegos virtuales en los chicos, etc.
Por esto tenemos la oración y la meditación, los sacramentos, sacrificios y penitencias... Pero a pesar de la caída Dios está allí como le dice Jesús en su mensaje final a la Santa.
Esto esta en toda relación con el texto budista del principio, el deseo, según el budismo, es el pecado porque tanto si el acto fuera bueno o malo, estamos en continua dependencia de él, y no somos libres, mientras tanto no podemos descubrir el verdadero significado de la palabra "libertad", ésto me lo explico en brevedad una compañera mayor del Templo Hanmaum. Liberación se produce sólo cuando junto con la Santa el hombre comprende, y mirar que ella sólo pecaba por no realizar buenos actos, es decir por omición, y no por los malos, cuando comprendemos que "El Hijo de Dios que es representación de Él en la tierra lo que ha sufrido por nosotros, ese es "el" secreto de la santidad. Solo confiar y avanzar, no importa cuando nos duela, sólo confiarle a Él todo enfrentamiento diario, sea o llámasele como se le llame.

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Federico
Laico del Templo Hanmaum
Difusor Ecumenico

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